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miércoles, 3 de julio de 2013

LEPIS MAGNA

LEPIS MAGNA

Arco de Septimio Severo. Leptis Magna 1

DATOS:
Perteneciente en un primer momento a la República de Cartago para luego pasar a manos del Imperio Romano, la ciudad magníficamente conservada de Leptis Magna (situada en la actual Libia, cerca de Trípoli) es uno de los mejores tesoros arqueológicos que posee la Humanidad.

Arco de Septimio Severo. Leptis Magna 2

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Teatro. Leptis Magna 3


Declarada como Patrimonio de la Humanidad en el año 1982 por la Unesco, su fundación le corresponde a los fenicios en torno al año 1100 a.d.C.; sin embargo, no llegaría a alcanzar cierto grado de notoriedad hasta caer bajo dominio cartaginés (dominio que se extendería hasta la Tercera Guerra Púnica, en el 146 a.d.C.), período durante el cual se convertiría en una de las grandes potencias del Mediterráneo.

Siendo ya parte del Imperio Romano, dentro de la llamada Provincia Africana, Leptis Magna llegaría a ser un importante punto comercial y una de las ciudades a la cabeza del África romana. En este sentido, su mayor apogeo lo tendría bajo el mandato del emperador natal Lucio Septimio Severo quien, como oriundo de la misma, tuvo a la ciudad como una de sus favoritas y la llenó de regalos en forma de riquezas y de construcciones: Leptis Magna alcanzaría tal nivel que podría mirar cara a cara a otras grandes metrópolis de la época, como Alejandría o Cartago.

Embellecida de este modo con sus grandes monumentos públicos, su puerto artificial, su mercado, sus almacenes, sus talleres y sus barrios de viviendas en la actualidad sus ruinas siguen vibrando de hermosura y de vida. Por ejemplo, su gran puerto todavía existe, así como impresionantes edificios se conservan casi intactos, como el anfiteatro o las Termas de Adriano, las de mayor tamaño que existen fuera de Roma.

También forman parte de este imponente conjunto el Arco de Septimio Severo, entre el Cardo y el Decumano, con sus 20 metros de altura y sus 2000 toneladas; las Termas de la Caza (conservadas casi como eran en el siglo II), el Foro Severino o su espectacular teatro que mantiene en pie casi todos los elementos del frente escénico y su espectacular pórtico de columnas.

Año de inclusión en la lista de Patrimonios: 1982
Localización: Cerca de Trípoli
País: Libia
Otros Patrimonios en África: Patrimonios de la Humanidad en África

http://patrimoniosdelahumanidad.com/2011/12/12/leptis-magna-en-libia/

Amuleto fálico Romano. Leptis Magna 4

Mercado. Leptis Magna 5

Baños de Adriano. Leptis Magna 6




Read more: http://megaconstrucciones.net/?construccion=leptis-magna#ixzz2Y1N3YwiY

HISTORIA:
En las afueras de Trípoli, capital de Libia, se alza uno de los mayores tesoros arqueológicos del norte de África: las ruinas de Leptis Magna, una ciudad romana magníficamente conservada, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1982.

Las arenas de Libia guardan algo más que los depósitos de gas que han hecho rico al país. Su otro gran tesoro se llama Leptis Magna y es una de las ciudades romanas más bellas y mejor conservadas que existen, lo que movió a la Unesco a declararla Patrimonio de la Humanidad en 1982. Fundada por colonos fenicios en el s. XI a. C., Leptis era cartaginesa antes de integrarse en el Imperio Romano a partir de 23 a. C., cuando se convirtió en una de las tres polis que formaron el distrito de Tripolitania y acabaron dando nombre a la actual Trípoli, en cuyas cercanías está situada.

En el año 103, el ascenso al trono imperial de Septimio Severo, que había nacido en Leptis, hizo de ella una de las princi pales ciudades del África romana, con 100.000 habitantes y gran actividad comercial. Pero en el siglo V cayó en manos de los vándalos y después quedó deshabitada y olvidada hasta que los arqueólogos la descubrieron a inicios del siglo XX.

Hoy quienes tengan la suerte de visitarla se encontrarán al borde mismo del Mediterráneo con unas fantásticas ruinas y algunos edificios espectaculares casi intactos, como el anfiteatro o las Termas de Adriano, las más grandes que existen fuera de Roma. Leptis Magna se articula en torno a dos vías principales, la Decumanus Maximus y la vía Cardo. En la intersección de ambas alza sus 20 m de altura y 2.000 toneladas de mármol el Arco de Septimio Severo, construido para celebrar la visita en 203 de ese emperador que aparece representado junto a su familia en un altorrelieve del friso.

El Nuevo Foro Severino era el centro de la vida civil y política de Leptis. Se construyó según el modelo de los Foros de Roma, con una plaza central de una hectárea pavimentada con distintos mármoles traídos de diversos lugares del Imperio: rosa de Asuán, verde de Argelia, gris de Asia y blanco de Italia. Al norte de la ciudad se sitúan las llamadas Termas de la Caza, por las escenas de combates entre gladiadores y leopardos representadas en los frescos que decoran las paredes. El edificio, conservado casi como era en el s. II, permaneció enterrado bajo la arena hasta que el arqueólogo italiano Guidi lo descubrió en 1930. La otra gran joya de Leptis Magna es el espectacular teatro, construido bajo el patrocinio del magistrado y mecenas local Annobal Tapapius Rufus, que aún muestra casi intactos todos los elementos del frente escénico y un impresionante pórtico de columnas.

http://www.muyinteresante.es/leptis-magna-la-roma-de-las-arenas

http://www.libia.es/p1916_leptis_magna.aspx

Baños de Adriano. Leptis Magna 7

Anfiteatro. Leptis Magna 8

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Anfiteatro. Leptis Magna 9


Nuevo Foro (romano 2º/3º siglos) con medallón de Medusa. Leptis Magna 10

Nuevo foro fragmentos de arco con medallones de Medusa. Leptis Magna 11

Teatro. Leptis Magna 12

Frente al Mediterráneo, envueltas por las dunas del desierto del Sahara, encontramos las ruinas de Leptis Magna, una de las urbes más importantes del Imperio Romano en África. Estas impresionantes ruinas están consideradas como unas de las mejores conservadas del mundo, gracias a ello la UNESCO las declaró Patrimonio de la humanidad en 1982.

Los mercaderes fenicios llegaron a la zona atraídos por la fertilidad de su suelo y el posible comercio de oro, marfil y esclavos con el interior del continente. Fue fundada en 1100 a.C, por los mismos fenicios, junto con otras 2 ciudades, Sabratha y Oea. Las tres urbes formarían la región de los emporios (o de los comercios), y en concreto Leptis Magna se perfilaría durante casi 2 siglos como la ciudad más importante de África. Tras la Tercera Guerra Púnica en 146 a.C, la ciudad pasaría a formar parte de la República Romana, y en poco tiempo se convertiría en un gran centro comercial del imperio.

La riqueza del lugar se basaba en el comercio de oliva y trigo, así como una pujante industria. Esto haría de la urbe un lugar idóneo para el paso de mercaderes, compradores y vendedores, transacciones que le proporcionaron poder suficiente para lograr construir grandes monumentos.

Quizá su etapa más importante está relacionada con Lucio Septimo Severo, primer emperador romano de origen norteafricano que nació en la misma ciudad. Severo adoraba su tierra natal, por este motivo la dotó de gran riqueza y construcciones monumentales, inversiones que se tradujeron en una impresionante ciudad capaz de competir con Cartago y Alejandría. El emperador ordenó construir un foro, una nueva basílica, modernizó por completo la ciudad y levantó una columnata cerca de los baños de Adriano. Durante estos años del imperio la ciudad llegaría a tener 100.000 habitantes, los cuales estaban tan agradecidos que decidieron construir un impresionante arco de 2.000 toneladas de mármol (arco de Septimo Severo) con increíbles relieves, ejemplo del arte de los Severos. Este arco, el cual se encuentra actualmente en un estado de conservación excepcional, fue construido para celebrar la visita del emperador y su familia en el años 203, lo cual deja patente el amor que la ciudad sentía también por el emperador.

En la Crisis del S. III el comercio del imperio se vio duramente afectado, y junto a este Leptis Magna también entró en declive. La ciudad fue en parte abandonada, y en el año 439 tanto ésta como las demás ciudades de Tripolitania cayeron en manos de los vándalos. Los nuevos inquilinos realizarían verdaderos saqueos a la ciudad. Su rey Genserico mandaría destruir la muralla para disuadir al pueblo de posibles rebeliones frente a sus opresores.

Posteriormente fue reconquistada por Belisario en nombre del Imperio Bizantino, pero Leptis Magna ya no llegaría a recuperarse jamás del duro golpe de la invasión de los vándalos. Finalmente, en la conquista árabe sobre el año 650, la ciudad ya estaría totalmente abandonada y entraría en el olvido.

El tiempo y el desierto enterraron estas ruinas, junto a muchas otras procedentes del Imperio Romano en África. Y fue en 1686 cuando el Consul de Francia, Claude le Marie realizó un gran expolio de la zona para retirar columnas y mármoles que serían utilizados en el palacio de Versalles.

Un poco más tarde, en 1911, tuvo lugar la primera actuación científica en la zona. Gracias a las excavaciones se descubrieron varias ciudades de Libia, entre ellas Leptis Magna, y fue entonces cuando comenzamos a descubrir realmente la verdadera relevancia de esta impresionante urbe. Quien tiene oportunidad de visitar las ruinas queda impresionado por la magnitud de sus monumentos y el perfecto estado de conservación que nos hace transportarnos a la época mientras caminamos por sus grandes vías.

Últimos descubrimientos

En el año 2000 se descubrieron cinco mosaicos con un total de casi 30 pies de largo. Eran originarios de los siglos I y II, y decoraban las paredes de una piscina de agua fría en una casa de la ciudad. Este mosaico está considerado como una de las muestras más finas de mosaicos comparable en calidad al mosaico de Alejandro Magno en Pompeya.

http://www.yamelose.com/arqueologia/leptis-magna-el-desierto-romano-de-africa.html

Teatro. Leptis Magna 13

'Cardo' calle principal norte-sur de Leptis Magna 14

Vista general del Foro antiguo: los restos de una basílica (izquierda) y de tres pequeños templos (derecha). Leptis Magna 15

Antiguo Foro: (izquierda) celebra la inscripción de la pavimentación de la zona por el emperador Claudio en el 53 dC. Leptis Magna 16




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Gadafi, el último emperador romano
El régimen del déspota libio presenta varias similitudes con el imperio de Lucio Septimio Severo, que nació y gobernó en el país árabe

MAYTE CARRASCO ENVIADA ESPECIAL 18/04/2011 07:00

Las ruinas de Leptis Magna se atisban a lo lejos, tras el arco de la Victoria y bajo un cielo limpio salpicado de nubes bajas. De fondo se oye el sonido de los cazas de la OTAN, sobrevolando Misurata, a 90 kilómetros. El azul del mar Mediterráneo baña la llamada Roma de África, de incalculable valor histórico y ahora desierta de turistas. Es la villa natal del Gadafi romano, Lucio Septimio Severo, el único emperador (193-211) romano nacido en Libia, conocido por su carácter dictatorial y al que se le reconocía por esa túnica similar a la que viste el coronel en sus excéntricas apariciones.

Las similitudes entre los dos líderes libios son sorprendentes. El emperador ejecutó a docenas de senadores bajo acusaciones de corrupción y conspiración, creó un círculo de fieles y su propia guardia personal. Llegó al poder tras participar en una rebelión y fundó una dinastía que perpetuaron sus hijos, Caracalla y Geta. El objetivo de Muamar Gadafi es asegurar la sucesión con su hijo Saif al Islam.

"La caída del Imperio romano y un fuerte terremoto acabaron con la historia de Leptis Magna", explica el guía turístico. La pregunta contemporánea es cómo y cuándo se derrumbará el imperio de Gadafi y sus acólitos, atrincherados en Bab al Aziziya, el complejo residencial del líder libio en Trípoli. "Es cuestión de tiempo, el régimen se colapsará desde dentro. Cada vez son menos los apoyos, se nota en el ambiente", asegura Muhamed, que estudió en el extranjero, pero que es ahora camarero en un restaurante.

La vida cotidiana se ha deteriorado para los ciudadanos bajo control del régimen, aunque todavía no han llegado a un punto extremo de ahogo. Las colas en las gasolineras son la única señal de que algo empieza a faltar. En el oeste del país, de Zuara a Misurata, los libios esperan durante horas para conseguir combustible. La única refinería bajo control de Gadafi no produce lo suficiente para el consumo de los habitantes de la zona en la que el verde es un color omnipresente; los controles de las milicias crean atascos en las carreteras y las fotos del dictador forman parte del paisaje en edificios de viviendas, chapas en las solapas, decoración en los coches.

Cada vez son menos los seguidores que salen a la calle en las concentraciones de Bab al Aziziya o en las apariciones del líder. "La gente está asustada. Empieza a acumular en casa dinero en metálico por si cierran los bancos", dice Jalal, un vendedor de recuerdos, "aunque no confiamos en los del Este, siempre hemos sido muy diferentes". Es una opinión generalizada en Trípoli, donde no se fían del Consejo Nacional Libio, el autoproclamado Gobierno rebelde en Bengasi. En la opinión de todos ellos influye la propaganda del régimen, que señalan a Al Qaeda como responsable de la revolución. También desconfían de los extranjeros que bombardean la capital.

Listos para atacar

Un empleado del régimen sufrió un ataque en su casa, donde destrozaron los muebles, señal de una pequeña venganza que hace presagiar malos tiempos para los que están cerca del poder. "Todo está listo para salir a la calle. Sólo nos faltan armas, pero estamos listos para cuando llegue el momento", asegura un opositor tripolitano que no quiere dar su nombre. Imposible saber cuántos son los que apoyan a Gadafi o cuántos le odian, dado el férreo control que ejerce el régimen sobre la prensa extranjera que no puede moverse con libertad.

En un cartel a la entrada de un hotel pueden verse fotografías de las "víctimas de los cruzados bárbaros". Lenguaje ancestral utilizado en el siglo XXI por el régimen y que encuentra también similitudes con Septimio Severo, que tuvo que defender en sus últimos años de reinado las fronteras de los ataques de los bárbaros, que ponían en peligro la integridad territorial del Imperio.

¿Acabará el régimen dictatorial de Muamar Gadafi como el del emperador romano? Según los historiadores, Lucio Septimio Severo fue amado por el pueblo hasta el final de sus días.

http://www.publico.es/internacional/371781/gadafi-el-ultimo-emperador-romano

http://www.artehistoria.jcyl.es/civilizaciones/lugares/200.htm

http://www.livius.org/le-lh/lepcis_magna/arch_severus2.html

http://blog.destinia.com/leptis-magana

Mercado: (izquierda) pequeño arco decorado con relieves que muestran los buques (derecha) las normas de medición de longitud. Leptis Magna 17

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Teatro: (arriba) Cuadro de los magistrados decorado con coronas de laurel y cornucopias según la inscripción fue construido por el gobernador Lucio Caninius Gallus. Leptis Magna 18


Templo de los Dioses Augustos (César y Augusto). Leptis Magna 19

Mosaic showing Roman entertainments from the 1st century. Jamahiriya Museum, Tripoli, Libya. From Dar Buc Ammera villa (Zliten). Leptis Magna 20

Leptis Magna, o Lepcis Magna, fue una ciudad importante de la república de Cartago, y posteriormente, del Imperio romano. Sus ruinas están ubicadas cerca de Trípoli en Libia. Han sido declaradas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, en el año 1982.

Historia

La ciudad fue fundada por colonos fenicios alrededor del 1100 a. C., aunque no alcanzó importancia hasta que Cartago se convirtiera en una potencia del Mar Mediterráneo en el siglo IX a. C. Siguió siendo parte de Cartago hasta el final de la Tercera Guerra Púnica en el 146 a. C., y se convirtió en parte de la República romana, aunque ya desde el 200 a. C. se consideraba como una ciudad independiente.

Siguió perteneciendo a Roma hasta el reinado del emperador Tiberio, cuando Lepcis Magna y el área vecina se incorporaron formalmente al imperio como la provincia romana de África. En poco tiempo se convirtió en una de las ciudades líderes del África romana y en un centro comercial importante.

Lepcis Magna llegó a su apogeo a principios de 193 con el ascenso al trono imperial de Lucio Septimio Severo, quien era oriundo de la ciudad. Como emperador romano la tuvo como su favorita entre todas las ciudades provinciales, ya que con todas las construcciones y riquezas con que dotó a la ciudad, hizo de ella una de las más importantes ciudades de África, llegando a ser rival incluso de Cartago y Alejandría. En el 205, él y su familia visitaron la ciudad y fueron recibidos con grandes honores.

Durante la crisis del siglo III, cuando el comercio entró en declive, la importancia de Lepcis también sufrió y ya para mediados del siglo IV, gran parte de la ciudad había sido abandonada. Durante el reinado de Teodosio I gozó de un pequeño renacimiento.

En el 439, Lepcis Magna y las demás ciudades de Tripolitania cayeron bajo el dominio de los vándalos cuando su rey Genserico conquistó Cartago a los romanos y la hizo su ciudad. Por desgracia, el rey mandó a destruir las murallas de la ciudad para disuadir al pueblo de rebelarse contra el dominio vándalo. El resultado fue que en el año 523, un grupo de bereberes saqueó la ciudad causando daños a los vándalos y a la población.

Belisario reconquistó Lepcis Magna en nombre del Imperio bizantino diez años más tarde y en el 534 destruyó el reino de los vándalos. Lepcis pasó a ser capital provincial del Imperio bizantino, pero nunca se recuperó de la destrucción causada por los bereberes. Ya para la conquista árabe de Tripolitania en los 650, la ciudad había sido abandonada salvo por una guarnición bizantina.

Hoy día, las ruinas de Lepcis Magna son de las más impresionantes del período romano.
Nuevos descubrimientos

En junio de 2005 se hizo público que los arqueólogos de la Universidad de Hamburgo que trabajaban en la costa de Libia, habían descubierto cinco mosaicos con un total de casi 30 pies de largo. Son originarios de los siglos I y II y muestran con claridad a un guerrero cazando un venado, a cuatro jóvenes peleando con un toro salvaje y a un gladiador descansando en estado de fatiga que mira a su oponente ya muerto. Los mosaicos decoraban las paredes de una piscina de agua fría en unas termas dentro de una casa romana en Wadi Lebda en Lepcis Magna. El mosaico del gladiador está considerado por los expertos como una de las muestras más finas de mosaicos representativos jamás vistos, comparable en calidad al mosaico de Alejandro Magno en Pompeya. Los mosaicos fueron descubiertos en el 2000, pero se mantuvo secreto el descubrimiento para evitar que fueran saqueados. [1]

http://es.wikipedia.org/wiki/Leptis_Magna

http://normpowers.smugmug.com/Travel/Libya/15871712_Mt9kdt/1194306772_fpeum

http://www.theatlantic.com/infocus/2013/05/over-libyas-coast/100523/

http://www.livius.org/vi-vr/villa/villa_dar_bur_ammera_gladiators.html

 The ruins of Leptis Magna, a prominent city of the Roman Empire, near present-day Khoms, Libya. Leptis Magna 21

The ruins of the Severan Forum Basilica in Leptis Magna. The Roman Emperor Septimius Severus was born in Leptis Magna in 145 AD, and was responsible for the construction of the forum. Leptis Magna 22

The ruins of the Severan Forum Basilica in Leptis Magna 23

The ruins of the Severan Forum Basilica in Leptis Magna 24

Baños de Adriano. Leptis Magna 25

The site of Leptis Magna, with the Mediterranean behind. Founded 2,000 years ago as the Phoenician port of Lpgy, it was integrated into the Roman Empire in 46 BC, growing into a significant city soon after. Leptis Magna 26

The ruins of the theatre of Leptis Magna 27

The ruins of Leptis Magna 28

The Amphitheater of Leptis Magna, a former quarry, converted into an arena. Leptis Magna 29

Map. Leptis Magna 30

PUNTUACIÓN FINAL:Al que lo sabe apreciar seria para el un 8,9 y para quien no un 6
 

jueves, 20 de diciembre de 2012

Catedral de Siena



DATOS:La inmensa y majestuosa Catedral de Siena, llamada Duomo di Santa Maria dell’Assunta (Catedral de Santa María de la Asunción) se erige sobre una gran plataforma situada en la Piazza del Duomo, frente al Ospedale di Santa Maria della Scala que, en la actualidad, es un importante museo. Doce escalones, que representan a los Apóstoles, conducen a la entrada de la Catedral.




 


















La Catedral, el Campanario recubierto de bandas de mármol en blanco y negro y el anexo Baptisterio de los mismos colores, constituyen uno de los complejos arquitectónicos religiosos más impresionantes de Toscana.
La Catedral es un ejemplo soberbio de la arquitectura gótica italiana. Está considerada como una de las catedrales más importantes de Italia, así como una de las pocas del país construidas completamente en estilo gótico. Su edificación tuvo inicio en la segunda mitad del siglo XII, con motivo de reemplazar una antigua iglesia del siglo IX que, además, había sido la sede del Obispado de Siena. En 1339, se realizó el proyecto para ampliar aún más la ya grandiosa Catedral. La ampliación consistía en añadir a la parte sur del Duomo una nueva y enorme nave de 50 metros de longitud y 30 metros de anchura. La idea estaba basada en el deseo de convertir la Catedral de Siena en el mayor templo de la Cristiandad, pero el ambicioso proyecto no pudo llevarse a cabo, a consecuencia de la terrible epidemia de peste que asoló la ciudad en 1348. Hoy en día, la nave inacabada alberga una galería de arte dedicada a la escultura gótica.
El gran arquitecto y escultor toscano Nicola Pisano (Apulia (prov. de Lucca), 1220 c. – Pisa, 1278, c.) diseñó la mayor parte de los planos de la Catedral. El famoso arquitecto, pintor e historiador de arte Giorgio Vasari (Arezzo, 1511-Florencia, 1574) consideraba que Pisano había sido el mayor arquitecto italiano del siglo XIII.
El brillante arquitecto y escultor toscano Giovanni Pisano (1250 c.-1314) hijo del gran Nicola, fue quien, hacia 1284, diseñó la espléndida fachada gótica, recubierta de mármol blanco, rojo y verde, repleta de estatuas y gárgolas, pero, lamentablemente, solo pudo acabar la parte inferior antes de fallecer. En esa parte construyó la inmensa puerta de entrada flanqueada por dos puertas secundarias. Sobre las mismas se encuentran las bellísimas lunetas y acroteras góticas. Entre las puertas, Giovanni Pisano construyó una serie de columnas de estilo jónico, cuyos capiteles están decorados espléndidamente con volutas de acanto, escenas del Antiguo Testamento e imágenes alegóricas. El resto de la fachada se concluyó hacia 1390. Las estatuas de filósofos, profetas y apóstoles que realizó Giovanni Pisano, situadas inicialmente en la parte inferior de la fachada, se han sustituido por copias. Las originales se conservan actualmente en el contiguo Museo dell’Opera del Duomo.
En el siglo XV, de acuerdo con el deseo expreso de San Bernardino di Siena (1380-1444) se colocó el Símbolo del Sol sobre la puerta principal de entrada. El bellísimo Símbolo del Sol representa a Nuestro Señor Jesucristo.


En el siglo XIX, la fachada se embelleció con mosaicos venecianos saturados de oro. En 1958, se sustituyó la puerta principal de entrada al Duomo por otra de bronce tallado con escenas que describen la Glorificación de la Santísima Virgen, obra del célebre escultor italiano Enrico Manfrini (Lugo (Romagna), 1917- Milán, 2004).
El interior de la Catedral posee un diseño admirable. Las paredes y las columnas de la única e inmensa nave ofrecen una continuidad de las mismas franjas de mármol blancas y negras procedentes de los exteriores de los contiguos Campanario y Baptisterio. Entre los siglos XV y XVI, las molduras que circundan la nave y el Presbiterio se decoraron con 172 bustos de Papas de escayola: desde San Pedro hasta el Papa Lucio III. El techo abovedado está pintado en azul y embellecido con estrellas de oro. El interior de la impresionante cúpula hexagonal está coronado por una gigantesca lámpara sobredorada que parece un sol auténtico.
En 1532, el célebre arquitecto y escultor Baldasarre Peruzzi (Siena, 1481-Roma, 1536) construyó el magnífico Altar Mayor del Presbiterio. Los candelabros que portan ángeles y que están situados a los lados del Altar Mayor son obra del renombrado escultor y pintor Francesco di Giorgio Martini (Siena, 1439- Siena, 1502). Esas esculturas magníficas están consideradas obras maestras del Renacimiento.
El Duomo alberga muchas obras de arte importantes como, por ejemplo, las realizadas por el jovencísimo Miguel Ángel (la estatua de San Pedro), Donatello (la estatua de la Capilla de San Juan Bautista) y por Gian Lorenzo Bernini (las estatuas de la Capilla Chigi). También aloja varios sobresalientes monumentos funerarios: el del Cardenal Riccardo Petroni, realizado entre 1317 y 1318 por el famoso escultor Tino di Camaino (Siena, 1280 – Nápoles, 1337); la lápida de bronce del Obispo Giovanni di Bartolomeo Pecci, obra de Donatello (1427) y el nicho del Obispo Tommaso Piccolomini tallado por el genial pintor y escultor Neroccio de Landi (Siena, 1447 – Siena, 1500), situado encima de la puerta que conduce al Campanario.
No obstante, la incuestionable obra maestra del Duomo es el suelo, formado por 59 paneles de mosaicos pintados y grabados en mármol, trabajados meticulosamente entre 1372 y 1547. Los mosaicos son obra de varios de los máximos artistas italianos de esas épocas, todos ellos exponentes de la prestigiosa Scuola di Siena como: Domenico di Bartolo (Asciano, 1400 c.-Siena, 1477 c.); Matteo di Giovanni (Borgo San Sepolcro, 1430 c.-Siena, 1495); Pinturicchio (sobrenombre de Bernardino di Betto, Verona, 1452 – Siena, 1513) y Domenico Beccafumi (Castel Monteaperto, 1486 c.- Siena, 1551).
El panel de mosaicos que decora el crucero izquierdo de la Catedral es el de la impresionante descripción de la “Degollación de los Inocentes”, realizado en 1481 por el genial pintor Matteo di Giovanni. Otras obras maestras de di Giovanni están expuestas en el Palazzo Pubblico (ahora el Museo Civico) y en la Basílica de Santa Maria dei Servi, del siglo XIII.
Los mosaicos más valiosos están cubiertos habitualmente. Como, por ejemplo, los situados en los cruceros y bajo el ábside, a excepción de las fechas comprendidas entre el 7 y el 22 de Agosto, en homenaje al Palio.
Entre 1266 y 1268, Nicola Pisano, contando ya con la ayuda de su hijo Giovanni, diseñó y dirigió la construcción del espléndido y altísimo púlpito gótico octogonal de mármol de Carrara. En el púlpito se observa una admirable asimilación italiana de las influencias del gótico francés y nórdico, experimentadas por Nicola Pisano y por su entonces jovencísimo hijo. El púlpito está decorado con un ciclo de elegantes paneles tallados que describen la vida de Jesús. Se apoya en nueve columnas realizadas en granito, mármol verde y pórfido con espléndidos capiteles tallados. Cuatro de ellas están sostenidas por leones con sus correspondientes cachorros y presas. La columna central se apoya sobre una serie de estatuas de pequeño tamaño que representan las Siete Artes y la Filosofía. El púlpito es la primera obra de arte que se realizó en el Duomo y que perdura inalterada. Está considerada como la obra maestra de Nicola Pisano. Con esta obra genial e innovadora Nicola y Giovanni Pisano marcaron el nacimiento de una nueva época en la escultura italiana, de la misma manera que lo hizo la obra de Giotto di Bondone, coetáneo de Giovanni Pisano, la marcó en el arte pictórico.






















La maravillosa escalera que conduce al púlpito se construyó en 1534. Es obra del renombrado arquitecto, pintor y escultor sienés Bartolomeo Neroni (apodado “Il Riccio”, 1500 c.- 1571 c.) Neroni sugirió que se trasladara el púlpito desde su emplazamiento original, encima del Coro, al lugar que ocupa actualmente. A causa de ello el púlpito se situó sobre una exquisita tarima octogonal de mármol.
La magnífica Capilla de San Giovanni Battista se encuentra en el crucero izquierdo. Al fondo de la capilla sobresale la impresionante estatua de bronce de San Juan Bautista, realizada por el ilustre Donatello (Florencia, 1386 – Florencia, 1466). En el centro de la capilla hay una hermosa pila bautismal del siglo XV. La bellísima capilla esta decorada con ocho frescos de Pinturicchio, realizados entre 1504 y 1505. Algunos de ellos forman parte de un ciclo que describe episodios de la vida de San Juan Bautista. Los otros dos frescos son unos retratos sobresalientes dedicados a Alberto Aringhieri, miembro importante del gobierno de Siena que, en 1480, fue nombrado superintendente de las obras de la Catedral, encargando seguidamente a Pinturicchio esos retratos. Los frescos representan escenas de carácter épico de las que Aringhieri fue protagonista. Dos de los frescos se restauraron en el siglo XVII y otro tuvo que ser reemplazado, en la segunda mitad del siglo XIX, por una copia.
La pequeña y maravillosa Capilla Chigi, conocida también como la Cappella della Madonna del Voto, está situada en el crucero derecho. Esta capilla fue la última estructura que se construyó en el interior del Duomo de Siena (1569) sustituyendo a otra procedente del siglo XV. Su construcción fue un encargo del Papa Alessandro VII (nacido Fabio Chigi, Siena, 1599 – Roma, 1667). La Capilla, en forma de círculo, tiene una impresionante cúpula sobredorada, obra del eximio artista barroco alemán Johann Paul Schor (1615-1674) realizada a partir de un diseño del genial escultor y arquitecto Gian Lorenzo Bernini (Nápoles, 1598 – Siena, 1680). Bernini esculpió asimismo dos de las cuatro estatuas de mármol que decoran la Capilla: las dedicadas a San Jerónimo y a Santa María Magdalena. Las otras dos representan a San Bernardino de Siena y a Santa Caterina de Siena y son obras, respectivamente, de los prestigiosos escultores lombardos Antonio Raggi (Como, 1624 – Roma, 1686) y Ercole Ferrata (Como, 1610 – Roma, 1685), exponentes ambos de la escuela barroca romana. Las soberbias columnas que se encuentran en la Capilla se trajeron directamente del Palazzo Laterano de Roma, mientras que la sofisticada verja de entrada es una obra anónima. Al fondo de la Capilla se erige la hermosa estatua de la Madonna del Voto (Scuola di Siena, siglo XIII).
El Duomo está abierto para las visitas de lunes a domingo: 10,30 a 19,30 horas. De Marzo a Noviembre: 10,30 a 18,30 horas. El precio del ticket de entrada es de 5 euros.

La Biblioteca Piccolomini está situada bajo el Duomo. La famosa Biblioteca toma su nombre del Cardenal Francesco Piccolomini Todeschini (Siena, 1439 – Roma, 1503) que fue nombrado Papa en 1503, veinticinco días antes de su súbito fallecimiento, bajo el nombre de Pío III. El Cardenal encargo la construcción de la Biblioteca en 1492, con acceso directo desde el lado izquierdo de la nave de la Catedral. La espléndida entrada está dispuesta por dos aberturas compuestas por arcos redondeados de mármol tallado. Pinturicchio pintó la maravillosa Biblioteca, entre 1502 y 1507, con un magistral ciclo de frescos en las paredes que describen la vida del tío del Papa Pío III: el Cardenal Enea Silvio Piccolomini (Corsignano (ahora Pienza), 1405 – Ancona, 1464) quien, al igual que su sobrino, fue Papa. El nombramiento se produjo en 1458, bajo el nombre de Pío II. Pinturicchio afrescó también el techo, aunque utilizando motivos mitológicos. En el centro de la Biblioteca se encuentra el maravilloso grupo escultórico, procedente de la antigua Roma, de “Las Tres Gracias”. En la Biblioteca se conservan códices miniados de incalculable valor así como partituras originales de música coral de la época.
La Biblioteca Piccolomini abre todos los días. De Marzo a Octubre: de 9,00 a 17,30 horas. Los domingos abre solo de 14 a 19,30 horas. De Noviembre a Marzo: de 10,00 a 13 horas y de 14,00 a 17,00 horas. Los domingos abre solo por la tarde.
El fantástico Campanario gótico está junto a la parte derecha del Duomo, paralelo a la majestuosa cúpula. El Campanario, recubierto de franjas de mármol blancas y negras, no es tan alto como la Torre del Mangia (el campanario del Palazzo Pubblico, ahora el Museo Civico). El Campanario tiene seis niveles de ventanas, que se van agrandando según se acercan a la cima del mismo.
El enorme arco que conduce al espectacular Battistero di San Giovanni está situado junto al Campanario. El Baptisterio es una estructura rectangular divida en tres naves y está situado bajo la parte izquierda del Duomo. Las obras de la espléndida fachada del Baptisterio empezaron en 1317 y se paralizaron alrededor de 1386, permaneciendo inacabados los niveles superiores. El reconocido arquitecto y escultor sienés Camaino di Crescentino, padre del célebre Tino di Camaino, diseñó y concluyó la obras del interior del Baptisterio alrededor de 1325. Los frescos de los soberbios techos abovedados, que representan motivos sacros y mitológicos, son obra del genial arquitecto, pintor, escultor y orfebre Francesco di Giorgio e di Lorenzo, apodado “Il Vechietta” (Val D’Orcia, 1412 – Siena, 1480) a quien Giorgio Vasari consideraba uno de los exponentes más importantes de la Scuola di Siena de esa época. El prestigioso pintor emiliano renacentista Michele di Matteo di Bologna afrescó en 1447 las impresionantes pinturas que se encuentran en la cóclea del ábside y que representan episodios de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo: “La Crucifixión”, “La Agonía” y “La Lamentación”. La majestuosa pila bautismal es obra del eximio escultor Jacopo della Quercia (Siena, 1374 ca.- Siena, 1438). Está ornamentada con valiosísimos paneles de bronce sobredorado esculpidos en relieve, que describen distintos episodios de la vida de San Juan Bautista. Los paneles son obra de los artistas italianos más importantes de la época, como Donatello y Lorenzo Ghiberti. Entre ellos destacan: el panel esculpido por Donatello hacia 1425, que representa “El Banquete de Herodes”. Así como los ejecutados por Lorenzo Ghiberti hacia 1427, que representan: “El Bautismo de Cristo” y “San Juan en Prisión”.
El Battistero di San Giovanni abre todos los días. De Marzo a Septiembre: de 9 a 19,30 horas. En Octubre: de 10,30 a 13 horas. De Noviembre a Marzo: de 14 a 17 horas.


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