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jueves, 20 de diciembre de 2012

Catedral de Siena



DATOS:La inmensa y majestuosa Catedral de Siena, llamada Duomo di Santa Maria dell’Assunta (Catedral de Santa María de la Asunción) se erige sobre una gran plataforma situada en la Piazza del Duomo, frente al Ospedale di Santa Maria della Scala que, en la actualidad, es un importante museo. Doce escalones, que representan a los Apóstoles, conducen a la entrada de la Catedral.




 


















La Catedral, el Campanario recubierto de bandas de mármol en blanco y negro y el anexo Baptisterio de los mismos colores, constituyen uno de los complejos arquitectónicos religiosos más impresionantes de Toscana.
La Catedral es un ejemplo soberbio de la arquitectura gótica italiana. Está considerada como una de las catedrales más importantes de Italia, así como una de las pocas del país construidas completamente en estilo gótico. Su edificación tuvo inicio en la segunda mitad del siglo XII, con motivo de reemplazar una antigua iglesia del siglo IX que, además, había sido la sede del Obispado de Siena. En 1339, se realizó el proyecto para ampliar aún más la ya grandiosa Catedral. La ampliación consistía en añadir a la parte sur del Duomo una nueva y enorme nave de 50 metros de longitud y 30 metros de anchura. La idea estaba basada en el deseo de convertir la Catedral de Siena en el mayor templo de la Cristiandad, pero el ambicioso proyecto no pudo llevarse a cabo, a consecuencia de la terrible epidemia de peste que asoló la ciudad en 1348. Hoy en día, la nave inacabada alberga una galería de arte dedicada a la escultura gótica.
El gran arquitecto y escultor toscano Nicola Pisano (Apulia (prov. de Lucca), 1220 c. – Pisa, 1278, c.) diseñó la mayor parte de los planos de la Catedral. El famoso arquitecto, pintor e historiador de arte Giorgio Vasari (Arezzo, 1511-Florencia, 1574) consideraba que Pisano había sido el mayor arquitecto italiano del siglo XIII.
El brillante arquitecto y escultor toscano Giovanni Pisano (1250 c.-1314) hijo del gran Nicola, fue quien, hacia 1284, diseñó la espléndida fachada gótica, recubierta de mármol blanco, rojo y verde, repleta de estatuas y gárgolas, pero, lamentablemente, solo pudo acabar la parte inferior antes de fallecer. En esa parte construyó la inmensa puerta de entrada flanqueada por dos puertas secundarias. Sobre las mismas se encuentran las bellísimas lunetas y acroteras góticas. Entre las puertas, Giovanni Pisano construyó una serie de columnas de estilo jónico, cuyos capiteles están decorados espléndidamente con volutas de acanto, escenas del Antiguo Testamento e imágenes alegóricas. El resto de la fachada se concluyó hacia 1390. Las estatuas de filósofos, profetas y apóstoles que realizó Giovanni Pisano, situadas inicialmente en la parte inferior de la fachada, se han sustituido por copias. Las originales se conservan actualmente en el contiguo Museo dell’Opera del Duomo.
En el siglo XV, de acuerdo con el deseo expreso de San Bernardino di Siena (1380-1444) se colocó el Símbolo del Sol sobre la puerta principal de entrada. El bellísimo Símbolo del Sol representa a Nuestro Señor Jesucristo.


En el siglo XIX, la fachada se embelleció con mosaicos venecianos saturados de oro. En 1958, se sustituyó la puerta principal de entrada al Duomo por otra de bronce tallado con escenas que describen la Glorificación de la Santísima Virgen, obra del célebre escultor italiano Enrico Manfrini (Lugo (Romagna), 1917- Milán, 2004).
El interior de la Catedral posee un diseño admirable. Las paredes y las columnas de la única e inmensa nave ofrecen una continuidad de las mismas franjas de mármol blancas y negras procedentes de los exteriores de los contiguos Campanario y Baptisterio. Entre los siglos XV y XVI, las molduras que circundan la nave y el Presbiterio se decoraron con 172 bustos de Papas de escayola: desde San Pedro hasta el Papa Lucio III. El techo abovedado está pintado en azul y embellecido con estrellas de oro. El interior de la impresionante cúpula hexagonal está coronado por una gigantesca lámpara sobredorada que parece un sol auténtico.
En 1532, el célebre arquitecto y escultor Baldasarre Peruzzi (Siena, 1481-Roma, 1536) construyó el magnífico Altar Mayor del Presbiterio. Los candelabros que portan ángeles y que están situados a los lados del Altar Mayor son obra del renombrado escultor y pintor Francesco di Giorgio Martini (Siena, 1439- Siena, 1502). Esas esculturas magníficas están consideradas obras maestras del Renacimiento.
El Duomo alberga muchas obras de arte importantes como, por ejemplo, las realizadas por el jovencísimo Miguel Ángel (la estatua de San Pedro), Donatello (la estatua de la Capilla de San Juan Bautista) y por Gian Lorenzo Bernini (las estatuas de la Capilla Chigi). También aloja varios sobresalientes monumentos funerarios: el del Cardenal Riccardo Petroni, realizado entre 1317 y 1318 por el famoso escultor Tino di Camaino (Siena, 1280 – Nápoles, 1337); la lápida de bronce del Obispo Giovanni di Bartolomeo Pecci, obra de Donatello (1427) y el nicho del Obispo Tommaso Piccolomini tallado por el genial pintor y escultor Neroccio de Landi (Siena, 1447 – Siena, 1500), situado encima de la puerta que conduce al Campanario.
No obstante, la incuestionable obra maestra del Duomo es el suelo, formado por 59 paneles de mosaicos pintados y grabados en mármol, trabajados meticulosamente entre 1372 y 1547. Los mosaicos son obra de varios de los máximos artistas italianos de esas épocas, todos ellos exponentes de la prestigiosa Scuola di Siena como: Domenico di Bartolo (Asciano, 1400 c.-Siena, 1477 c.); Matteo di Giovanni (Borgo San Sepolcro, 1430 c.-Siena, 1495); Pinturicchio (sobrenombre de Bernardino di Betto, Verona, 1452 – Siena, 1513) y Domenico Beccafumi (Castel Monteaperto, 1486 c.- Siena, 1551).
El panel de mosaicos que decora el crucero izquierdo de la Catedral es el de la impresionante descripción de la “Degollación de los Inocentes”, realizado en 1481 por el genial pintor Matteo di Giovanni. Otras obras maestras de di Giovanni están expuestas en el Palazzo Pubblico (ahora el Museo Civico) y en la Basílica de Santa Maria dei Servi, del siglo XIII.
Los mosaicos más valiosos están cubiertos habitualmente. Como, por ejemplo, los situados en los cruceros y bajo el ábside, a excepción de las fechas comprendidas entre el 7 y el 22 de Agosto, en homenaje al Palio.
Entre 1266 y 1268, Nicola Pisano, contando ya con la ayuda de su hijo Giovanni, diseñó y dirigió la construcción del espléndido y altísimo púlpito gótico octogonal de mármol de Carrara. En el púlpito se observa una admirable asimilación italiana de las influencias del gótico francés y nórdico, experimentadas por Nicola Pisano y por su entonces jovencísimo hijo. El púlpito está decorado con un ciclo de elegantes paneles tallados que describen la vida de Jesús. Se apoya en nueve columnas realizadas en granito, mármol verde y pórfido con espléndidos capiteles tallados. Cuatro de ellas están sostenidas por leones con sus correspondientes cachorros y presas. La columna central se apoya sobre una serie de estatuas de pequeño tamaño que representan las Siete Artes y la Filosofía. El púlpito es la primera obra de arte que se realizó en el Duomo y que perdura inalterada. Está considerada como la obra maestra de Nicola Pisano. Con esta obra genial e innovadora Nicola y Giovanni Pisano marcaron el nacimiento de una nueva época en la escultura italiana, de la misma manera que lo hizo la obra de Giotto di Bondone, coetáneo de Giovanni Pisano, la marcó en el arte pictórico.






















La maravillosa escalera que conduce al púlpito se construyó en 1534. Es obra del renombrado arquitecto, pintor y escultor sienés Bartolomeo Neroni (apodado “Il Riccio”, 1500 c.- 1571 c.) Neroni sugirió que se trasladara el púlpito desde su emplazamiento original, encima del Coro, al lugar que ocupa actualmente. A causa de ello el púlpito se situó sobre una exquisita tarima octogonal de mármol.
La magnífica Capilla de San Giovanni Battista se encuentra en el crucero izquierdo. Al fondo de la capilla sobresale la impresionante estatua de bronce de San Juan Bautista, realizada por el ilustre Donatello (Florencia, 1386 – Florencia, 1466). En el centro de la capilla hay una hermosa pila bautismal del siglo XV. La bellísima capilla esta decorada con ocho frescos de Pinturicchio, realizados entre 1504 y 1505. Algunos de ellos forman parte de un ciclo que describe episodios de la vida de San Juan Bautista. Los otros dos frescos son unos retratos sobresalientes dedicados a Alberto Aringhieri, miembro importante del gobierno de Siena que, en 1480, fue nombrado superintendente de las obras de la Catedral, encargando seguidamente a Pinturicchio esos retratos. Los frescos representan escenas de carácter épico de las que Aringhieri fue protagonista. Dos de los frescos se restauraron en el siglo XVII y otro tuvo que ser reemplazado, en la segunda mitad del siglo XIX, por una copia.
La pequeña y maravillosa Capilla Chigi, conocida también como la Cappella della Madonna del Voto, está situada en el crucero derecho. Esta capilla fue la última estructura que se construyó en el interior del Duomo de Siena (1569) sustituyendo a otra procedente del siglo XV. Su construcción fue un encargo del Papa Alessandro VII (nacido Fabio Chigi, Siena, 1599 – Roma, 1667). La Capilla, en forma de círculo, tiene una impresionante cúpula sobredorada, obra del eximio artista barroco alemán Johann Paul Schor (1615-1674) realizada a partir de un diseño del genial escultor y arquitecto Gian Lorenzo Bernini (Nápoles, 1598 – Siena, 1680). Bernini esculpió asimismo dos de las cuatro estatuas de mármol que decoran la Capilla: las dedicadas a San Jerónimo y a Santa María Magdalena. Las otras dos representan a San Bernardino de Siena y a Santa Caterina de Siena y son obras, respectivamente, de los prestigiosos escultores lombardos Antonio Raggi (Como, 1624 – Roma, 1686) y Ercole Ferrata (Como, 1610 – Roma, 1685), exponentes ambos de la escuela barroca romana. Las soberbias columnas que se encuentran en la Capilla se trajeron directamente del Palazzo Laterano de Roma, mientras que la sofisticada verja de entrada es una obra anónima. Al fondo de la Capilla se erige la hermosa estatua de la Madonna del Voto (Scuola di Siena, siglo XIII).
El Duomo está abierto para las visitas de lunes a domingo: 10,30 a 19,30 horas. De Marzo a Noviembre: 10,30 a 18,30 horas. El precio del ticket de entrada es de 5 euros.

La Biblioteca Piccolomini está situada bajo el Duomo. La famosa Biblioteca toma su nombre del Cardenal Francesco Piccolomini Todeschini (Siena, 1439 – Roma, 1503) que fue nombrado Papa en 1503, veinticinco días antes de su súbito fallecimiento, bajo el nombre de Pío III. El Cardenal encargo la construcción de la Biblioteca en 1492, con acceso directo desde el lado izquierdo de la nave de la Catedral. La espléndida entrada está dispuesta por dos aberturas compuestas por arcos redondeados de mármol tallado. Pinturicchio pintó la maravillosa Biblioteca, entre 1502 y 1507, con un magistral ciclo de frescos en las paredes que describen la vida del tío del Papa Pío III: el Cardenal Enea Silvio Piccolomini (Corsignano (ahora Pienza), 1405 – Ancona, 1464) quien, al igual que su sobrino, fue Papa. El nombramiento se produjo en 1458, bajo el nombre de Pío II. Pinturicchio afrescó también el techo, aunque utilizando motivos mitológicos. En el centro de la Biblioteca se encuentra el maravilloso grupo escultórico, procedente de la antigua Roma, de “Las Tres Gracias”. En la Biblioteca se conservan códices miniados de incalculable valor así como partituras originales de música coral de la época.
La Biblioteca Piccolomini abre todos los días. De Marzo a Octubre: de 9,00 a 17,30 horas. Los domingos abre solo de 14 a 19,30 horas. De Noviembre a Marzo: de 10,00 a 13 horas y de 14,00 a 17,00 horas. Los domingos abre solo por la tarde.
El fantástico Campanario gótico está junto a la parte derecha del Duomo, paralelo a la majestuosa cúpula. El Campanario, recubierto de franjas de mármol blancas y negras, no es tan alto como la Torre del Mangia (el campanario del Palazzo Pubblico, ahora el Museo Civico). El Campanario tiene seis niveles de ventanas, que se van agrandando según se acercan a la cima del mismo.
El enorme arco que conduce al espectacular Battistero di San Giovanni está situado junto al Campanario. El Baptisterio es una estructura rectangular divida en tres naves y está situado bajo la parte izquierda del Duomo. Las obras de la espléndida fachada del Baptisterio empezaron en 1317 y se paralizaron alrededor de 1386, permaneciendo inacabados los niveles superiores. El reconocido arquitecto y escultor sienés Camaino di Crescentino, padre del célebre Tino di Camaino, diseñó y concluyó la obras del interior del Baptisterio alrededor de 1325. Los frescos de los soberbios techos abovedados, que representan motivos sacros y mitológicos, son obra del genial arquitecto, pintor, escultor y orfebre Francesco di Giorgio e di Lorenzo, apodado “Il Vechietta” (Val D’Orcia, 1412 – Siena, 1480) a quien Giorgio Vasari consideraba uno de los exponentes más importantes de la Scuola di Siena de esa época. El prestigioso pintor emiliano renacentista Michele di Matteo di Bologna afrescó en 1447 las impresionantes pinturas que se encuentran en la cóclea del ábside y que representan episodios de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo: “La Crucifixión”, “La Agonía” y “La Lamentación”. La majestuosa pila bautismal es obra del eximio escultor Jacopo della Quercia (Siena, 1374 ca.- Siena, 1438). Está ornamentada con valiosísimos paneles de bronce sobredorado esculpidos en relieve, que describen distintos episodios de la vida de San Juan Bautista. Los paneles son obra de los artistas italianos más importantes de la época, como Donatello y Lorenzo Ghiberti. Entre ellos destacan: el panel esculpido por Donatello hacia 1425, que representa “El Banquete de Herodes”. Así como los ejecutados por Lorenzo Ghiberti hacia 1427, que representan: “El Bautismo de Cristo” y “San Juan en Prisión”.
El Battistero di San Giovanni abre todos los días. De Marzo a Septiembre: de 9 a 19,30 horas. En Octubre: de 10,30 a 13 horas. De Noviembre a Marzo: de 14 a 17 horas.


http://es.holiday-apartment-tuscany.net/guia_toscana/siena_duomo.htm











 



miércoles, 19 de diciembre de 2012

Castillo de la Mota


DESCRIPCIÓN
El Castillo de La Mota se encuentra ubicado en la villa de Medina del Campo, (Valladolid, España). Situado en una elevación del terreno —mota—, domina la villa y toda su extensa comarca. De él arrancaba un recinto amurallado, ampliado en tres ocasiones, que abrazaba la población, y del cual subsisten algunos restos. Se edificó con el característico ladrillo rojizo propio de la zona, empleándose la piedra únicamente para pequeños detalles, como troneras, escudos, etc. Fue declarado Bien de Interés Cultural (B.I.C.) el 8 de noviembre de 1904.1





HISTORIA
La villa debió de ser repoblada entre los años 1070 y 1080, fortificándose primeramente el recinto de la villa vieja, conocido como La Mota. Con el crecimiento de la ciudad, el recinto de La Mota quedó convertido en una fortaleza independiente de la propia villa. Así, en 1354 Enrique de Trastamara y sus partidarios combatieron la villa, “e entráronla por fuerza. E estaban en Medina seiscientos de caballo que el rey don Pedro enviara allí, e acogiéronse a la villa vieja, e pleytearon que los pusiesen en salvo”. En 1390 Juan I dona la villa a su hijo el infante Fernando de Antequera, futuro rey de Aragón. De esta forma, a su muerte en 1416, Medina y su Mota pasan a poder del infante de Aragón, Juan. Éste debió de hacer alguna obra en el viejo recinto, por la que en 1433 condenaba a ciertos vecinos a pagar dos mil maravedís “para la obra de nuestro alcazar e fortaleza que nos mandamos facer en la Mota”. Los enfrentamientos entre Juan II de Castilla y los Infantes de Aragón propiciaron que la villa estuviera en ocasiones dividida entre uno y otro bando, dominando los aragoneses la Mota y el rey el palacio de la plaza. En 1439 el infante de Aragón había mandado “cerrar todos los portillos y poner guardas a las puertas y en la villa”, encerrando al rey en ella. En 1441 era, sin embargo, el rey de Castilla el que dominaba la villa y cercaba La Mota, donde se habían refugiado los partidarios de Aragón con “250 hombres, sin víveres y muy poca agua y de malos pozos”, llegando a un acuerdo para rendirla cuando el rey la “comenzaba a minar”.

Después de la batalla de Olmedo de 1445, La Mota quedó definitivamente en manos reales y hacia 1460 ordenó Enrique IV la construcción de “una torre que luego fue la causa de multitud de desgracias”. En 1464 entrega la tenencia de La Mota al arzobispo de Toledo, Alonso Carrillo, que poco después le traiciona y apoya al rebelde príncipe Alfonso. El rey fue entonces sobre Medina “y llego antes de que amaneciese, donde Alonso de Vivero, que era alcaide della y tenía la Mota, que es la fortaleza, por el arzobispo de Toledo no le quiso recibir y el rey mando quedar gente de guarda sobre ella que la cercasen y por capitán (puso) a su contador mayor Pedrarias Dávila”, que la tomó. En 1467 La Mota estaba otra vez en manos de los partidarios del príncipe don Alfonso, apoyando la villa a Enrique IV, pero finalmente toda la villa cayó en manos del príncipe. Muerto éste en 1468, la rebelión la encabeza su hermana la princesa Isabel, que ese mismo año firma con el rey el acuerdo de los Toros de Guisando. En él se estipula que Isabel reciba la “villa de medina del campo e alcazar e fortalezas della e con la torre de la mota”. Sin embargo, en 1470 el rey le quita Medina a su hermana Isabel para dársela a su hija, la princesa Juana. La Mota quedó entonces en manos de un partidario del rey, el arzobispo de Sevilla, Alonso Fonseca, hasta su muerte en 1473.

En esta fecha, los medinenses, con la ayuda del alcaide de Castronuño, habían cercado La Mota y pretendían derribarla. El sobrino del Arzobispo, que la defendía, viendo la imposibilidad de mantenerla pactó con los medinenses su entrega al duque de Alba. El duque la retuvo hasta 1475 y debió de hacer algunas pequeñas obras en el interior, gastando en ellas algo más de 45.000 maravedís. En 1475 la corona reclamó La Mota y el 20 de febrero le ordenan a Francisco Girón, el alcaide, que la entregue a Alfonso de Quintanilla, enviado por los reyes. Es a partir de esa fecha cuando se construye la barrera artillera, “en tiempos de las guerras del rey de Portugal, ocho o nueve años poco más o menos tiempo mientras duró la obra de la barrera”, según la declaración de un testigo preguntado en 1505. Se conservan algunas cuentas de estos años con pagos al maestro de Abdalla, posiblemente el principal alarife de la obra, al maestro Alí de Lerma “ingeniero” y al maestro Fernando. También se conservan cuentas de las obras en los últimos cuatro años (1479-1482), cuyo montante se aproxima a los tres millones de maravedís. La barrera debía de estar acabada en 1483, figurando esa fecha en el escudo que se conserva sobre la puerta principal de ésta y en el que aparecen las armas de los Reyes Católicos sin la granada y el yugo y las flechas, sus divisas.

Durante la guerra de las Comunidades en 1520-1521, la fortaleza permaneció fiel a la corona, pese a que Medina era comunera y controlaba el parque de artillería. “Un regidor llegó a decir que se utilizase el artillería para derrocar la Mota” e incluso, “cuando los de la Junta (comunera) llegaron a Medina desde Avila, también acudieron a ellos unos 2.000 hombres pidiendo que tomasen la fortaleza”, pero gracias a la habilidad diplomática del alcaide, que tenía guarnecida la fortaleza, no llegaron a atacarla.

Posteriormente, el castillo se convirtió en prisión de Estado y en él estuvieron detenidos distintos personajes, tales como Hernando Pizarro, Rodrigo Calderón, el Duque Fernando de Calabria, César Borgia o el conde Aranda. Quizá el hecho más destacado sea la huida de César Borgia, el llamado Duque Valentino, intrigante personaje de la agitada vida política del final de la Edad Media y comienzos del Renacimiento, y a quien el Gran Capitán hizo prisionero en Nápoles, enviándole primero al castillo de Chinchilla, en la provincia de Albacete, de donde intentó escapar mediante una estratagema, no sin antes querer arrojar por las almenas a su alcaide y guardián, Gabriel de Guzmán, quien se libró de muerte segura gracias a su agilidad y fortaleza. Tras el fallido golpe, el Rey Católico ordenó su traslado al castillo de La Mota, custodiado esta vez por el alcaide Gabriel de Tapia. Pasado un tiempo de rigurosa prisión, aunque propia de un personaje de su alcurnia, máquina una nueva fuga con la complicidad exterior del Conde de Benavente, Rodrigo Alonso Pimentel, enemigo del Rey Católico, y las ayudas interiores del capellán y algunos criados. La noche del 25 de octubre de 1506 se descolgó mediante sogas de la Torre del Homenaje. La soga no alcanzaba al suelo, de forma que el último tramo hubo que salvarlo saltando. En unión del Conde de Benavente, llegaron en secreto a Villalón, donde se ocultó unos días (se ofrecían diez mil ducados por su captura). Luego pasaron a Santander para eludir el cerco que el Rey Católico había dispuesto para su captura, y desde allí se trasladó a Navarra, cuyo rey Juan III de Albret era hermano de su esposa francesa Carlota.

Después de la Guerra Civil Española el General Franco le entrego el castillo como sede central a la Seccion Femenina del partido FET de las JONS.







El poder de la artillería: Fortaleza artillera de transición

El efecto que tenía el uso de la artillería en un asalto era la destrucción casi inmediata de los almenajes del castillo. Esto impedía a los defensores cualquier respuesta al ataque enemigo, dejando la base de sus muros sin defensa, bien contra el disparo continuo de la propia artillería, que batía sin ser molestada, bien contra las labores de mina o zapa que los asaltantes podían hacer con toda comodidad. Como los cañones tenían, dada la holgura de sus calibres, cierta dificultad para disparar hacia abajo y como los adarves de las murallas eran muy estrechos para emplazar las piezas, se optó por la construcción o la adaptación de recintos bajos perimetrales a las fortalezas –las barreras- que mediante cámaras alojadas en sus gruesos muros permitían el emplazamiento de piezas de artillería que batían con tiro rasante el campo circundante. La barrera impedía a su vez que pudieran batirse o zaparse las bases de los muros principales del castillo, aunque los parapetos altos estuvieran destruidos. Estas barreras disponían de torres en sus esquinas y escoltando las puertas, donde se alojaban cañones que cubrían con tiro flanqueante los lienzos rectos. Como el enemigo podía disparar con sus morteros “bolaños” en tiro parabólico sobre estas torres, que no eran muy altas, se desarrollaron bóvedas de casquete esférico –casamatas- capaces de resistir los impactos sin abrirse.
Mediante la creación de un foso, el castillo podía defender su base de los efectos de la artillería.

La barrera, sin embargo, era a su vez muy vulnerable por cuanto no tenía mucha altura y sus cámaras de tiro estaban muy expuestas al asalto de la infantería enemiga. Por esta razón se rodearon de grandes fosos, de forma que desde el campo exterior las barreras apenas levantan unos metros, pero alcanzan alturas cercanas a los 20 metros desde el lecho de sus fosos. Para evitar que pudieran ser destruidas las partes inferiores de sus muros, por zapa o bombardeo, desarrollaron grandes taludes –alambores- y sus torres y lienzos disponían de cámaras de tiro o galerías intramuros a las cotas inferiores del foso, resultando en la práctica fortalezas con tres o cuatro niveles de tiro, construidas literalmente desde el interior del foso –alamboradas-. El disparo de la artillería dentro de salas abovedadas o galerías intramuros obligó a los ingenieros a diseñar eficaces sistemas de ventilación que eliminasen el abundante humo de los cañones, que de otra forma hubiera impedido la permanencia de estos recintos. Se desarrollaron chimeneas con conductos que hacían las veces de cebadores para la corriente de aire, como en La Mota, o se abrían huecos en la clave de las bóvedas esféricas para permitir la salida de humo.

El punto más vulnerable de la barrera lo constituían las puertas, incapaces de resistir el impacto directo de la artillería. Aparecieron entonces las defensas internas como los patillos de La Mota o Puebla de Sanabria, con una segunda puerta desenfilada o en codo respecto a la primera, inalcanzable para la artillería asaltante, y un muro dotado de troneras, que cortaba y repelía el tiro frontal que hubiese derribado la primera puerta. También se desarrolló una defensa externa, normalmente una torre o pequeño recinto exento de menor altura que la barrera, que se colocaba justo delante de la puerta principal y la protegía del tiro directo. Esta torre recibía en Castilla, en aquella época, el nombre de “baluarte”, y alojaba cámaras para artillería que batían frontalmente el campo o cubrían desde sus flancos los fosos y ángulos muertos de la barrera. El acceso a este baluarte se realizaba lateralmente de forma que su puerta y la de la barrera no estuvieran en línea, evitando que la artillería enemiga pudiera enfilar ambas desde una misma posición, viéndose ésta obligada a demoler prácticamente todo el baluarte antes de poder batir la puerta de la barrera.

Si existía foso, el baluarte solía colocarse en la parte externa de éste, cubriendo el acceso al puente levadizo, como posiblemente ocurría con el desaparecido baluarte de Coca. También podía colocarse en medio del foso, sirviendo de paso intermedio entre dos puentes desenfilados, como en La Mota (1483), en Salsas (Rosellón 1503) o en Imola (Italia 1505), disposición que ya en el segundo tercio del siglo XVI recibirá el nombre de revellín. Los baluartes estaban diseñados para aguantar el tiro frontal enemigo y tenían por ello planta semicircular o pentagonal en proa, evitando de esta forma ofrecer planas sus caras a los impactos de la artillería, recuperando la tradición de torres pentagonales del siglo XIV. Se cubrían con bóvedas esféricas para resistir los bombardeos e incluso carecían de azotea, siendo redondeada su cubrición exterior, a la manera de las “caponeras” de los tratados italianos. Como al levantarse los puentes quedaban aislados al exterior de la fortaleza, tenían un acceso secundario a nivel del foso desde la barrera, bien mediante portillos enfrentados, como en Coca o en La Mota, bien mediante pasillos abovedados, como en Salsas.

El peligro de las minas se contrarrestaba además con la presencia de pozos de escucha en las partes más bajas y salientes del edificio –las torres más expuestas de las barreras de La Mota o de Coca- que permitían oír a los minadores y construir galerías contramina que atajasen las galerías asaltantes. Uno de estos pozos de escucha se denomina pozo Airón, un topónimo relacionado con el dios Airón.

Por tanto, la fortaleza de La Mota (1476-83), junto a la de Coca, deben considerarse entre las mejores de su época en Europa, a la altura de otras, como la francesa de Dijon (c. 1480) y por encima de las italianas de Mondavio (c. 1488) y Ostia (c. 1483) que se han considerado tradicionalmente como las más avanzadas de su época.

Descripción

El edificio actual debe su imagen a un largo proceso de restauración, aún en curso, iniciado a raíz de su declaración como Bien de Interés Cultural (B.I.C.), el 8 de noviembre de 1904.

El castillo posee planta trapezoidal y consta de dos recintos. El primero o barbacana es bajo, con cubos en los ángulos y en el centro de cada uno de sus lados. Presenta escarpa hacia el foso, y la puerta se protege por dos robustos torreones, comunicados en sentido vertical. El segundo recinto, mucho más sólido, tiene muros de gran altura y fuertes torreones en los ángulos, destacando por su elevación la torre del homenaje.

Torre del Homenaje: tiene planta cuadrada y mide 38 m de altura y 13,5 m de anchura en cada lado de su perímetro exterior. Unida a los muros del segundo recinto, forma el ángulo norte del mismo, defendiendo la puerta de entrada que da al Patio de Armas. En la actualidad consta de 5 plantas. La primera y segunda están reconstruidas, son octogonales, con bóveda plana. La tercera, también reconstruida, es un cuadrado con bóveda de plena cimbra. Sobre éstas se encuentra la más bella e interesante de todas, reformada por una estancia de planta cuadrada que se transforma en un octágono por medio de semibóvedas de aristas o trompas, que cierran los ángulos del cuadrado y después de un polígono de 16 lados montado en una arquería volada de planta triangular, abriéndose cada arquito sobre una base que va disminuyendo desde arriba hacia abajo hasta terminar en punta. También de planta cuadrada y bóveda de claustro es la estancia del piso más alto, transformándose en un octágono por medio de unas pechinas planas situadas en los ángulos del cuadrado. En la plataforma de la torre hay matacanes a lo largo de cada una de sus fachadas, protegidos a su vez por ocho garitones que forman ángulos entrantes en ésta. En el centro se levanta una torre caballero de arcos de medio punto.






Patio de Armas: se organiza por medio de tres crujías que se abren al patio por una serie de arcos apuntados, reproduciendo las trazas originales de las dependencias del castillo. La portada gótica es un vaciado de la que mandó poner Beatriz Galindo, la Latina, en el Hospital de Madrid que llevaba su nombre. El original de esta portada es obra de un artista árabe, el alarife Hazan. Está hecha al gusto musulmán, como lo indica la curva del arco de ingreso, que luce una decoración de bolas, estatuillas bajo lindos doseles y realzando el conjunto una airosa ventana, todo ello encuadrado dentro de un alfiz de tipo naturalista. Se representa el abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada, los timbres de los Ramírez y los Galindo, y estatuas de dos santos. La colocación de esta portada en el Patio de Armas se debe al Marqués de Lozoya.

Capilla: dedicada a Santa María del Castillo; es de tipo románico-mudéjar, sugerida por F. Justo Pérez de Urbel. Sobria y serena de líneas, ajustada a las normas de la más pura liturgia y simbología cristiana. Es una de las dependencias más bellas del castillo. En el altar mayor hay un sencillo retablo con bajorrelieves que representan a seis santos españoles: San Raimundo de Fitero, Santiago Apóstol, San Fernando, Santa Teresa de Jesús, San Isidro y San Isidoro. También hay un sagrario de plata de forma basilical y líneas románicas. Corona este retablo un Cristo de marfil del siglo XVI con cruz de forja. En los laterales hay dos imágenes: Santa María del Castillo y San José, obra del escultor José Clara, son conocidas como el "grupo de la Mota", están talladas en un tronco de cerezo cuya tonalidad armoniza con el ladrillo de la construcción. En el lado izquierdo del crucero hay un tríptico flamenco que unos críticos atribuyen a Memling y otros a Van Eyck (es propiedad del Hospital de la Inmaculada Concepción y San Diego de Alcalá, Patronato de Simón Ruiz Envito, de Medina del Campo). En el lado derecho hay una talla de Santa Teresa del siglo XVII, procedente del taller de Gregorio Fernández. En la zona de los pies de la capilla hay una tabla catalana con influencia italiana del siglo XV. La losa del primer sepulcro de José Antonio Primo de Rivera cuando descansó en El Escorial forma parte del suelo.

Vestíbulo: está decorado con una copia de la carta de Juan de la Cosa, pintada por Viladomat sobre tela, reproducción de la del Museo Naval de Madrid, y una talla de madera procedente de Haití. Es un tronco que representa a un indígena con tambor y dos figuras laterales.

A la planta noble se accede por una escalera de Honor, de estilo gótico flamígero, copia también de la del Hospital de la Latina citado. En esta planta se encuentra el salón de Honor, con acceso a una de las torres rectangulares, una pequeña sala de siete m de longitud por dos de anchura llamada "el mirador o peinador de la Reina", en recuerdo de Juana la Loca, donde dicen que se pasaba largas horas esperando el retorno de su amado esposo. Está cubierta con bóveda ojival de cañón seguido, orlada de tercerías góticas y rosetones; en ella quedan restos de la primitiva policromía. En los tímpanos de la bóveda campeaban los emblemas de los Reyes Católicos, que en la actualidad apenas se perciben. El salón está decorado con yeserías que representan los mismos símbolos que hay en el mirador de la Reina.

http://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_La_Mota

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=147225

http://www.castillosnet.org/programs/castillosnet.php?tip=ficcas&dat=valladolid/VA-CAS-004

http://www.foroxerbar.com/viewtopic.php?p=136497





Castillo de la Mota (Medina del Campo)
Anteriormente he dedicado una entrada al Castillo de Coca, en la provincia de Segovia. No tengo pensado hacer una serie dedicada a los castillos, pero como relativamente cerca de mi casa está el Castillo de la Mota, pues me he acercado a tirarle unas fotos. Seguramente encontrarás miles de fotos del castillo, muy similares a las que ilustran este artículo y en muchos casos, mucho mejores pero estas las he hecho yo y por eso ilustro con ellas esta entrada del blog.

Esta fortaleza se remonta al menos al s XI, con la repoblación de Castilla y, diferencia de la fortaleza segoviana, ésta si tiene una larga historia de conflictos incluyendo la guerra de Isabel la Católica contra su hermano Enrique o la Guerra de las Comunidades (aunque en este caso, no llegó a librar batalla)

El castillo que se ve en la actualidad es un castillo muy moderno para su época, al igual que el de Coca, pensando en la artillería. Por ello, sus muros exteriores (barbacana) son bajos respecto al terreno circundante, ofreciendo poco blanco a la artillería.

Una muralla tan baja sería fácilmente asaltable, con lo que los muros exteriores se protegen con grandes fosos. Con esto se consiguen dos cosas: dificultar el asalto e impedir que la artillería bata la base de los muros. Además, su grosor les hace bastante difíciles de minar.

Si nos fijamos en la base de los cubos podemos ver una serie de troneras que van a lo largo del foso. Su intención no es ni más de ni menos que el barrer con fuego de metralla los fosos y cualquier posible asalto a los muros. Hay que reconocer que los ingenieros del s XV sabían lo que se tenían entre manos.

Desde cañoneras como estas se podían disparar todo tipo de piezas de la época (que nadie espera meter un cañón de 24 libras de la batalla de Trafalgar aquí) Las cañoneras no estaban solo en los alto de los muros, sino que una serie de pasajes en los muros permitían el acceso a una serie de puntos desde los que disparar a los posibles asaltantes.

Por contra de lo que podría parecer, este castillo de ladrillos resulta ser bastante resistente a los disparos de la artillería, como atestiguan los múltiples impactos recibidos en la torre del homenaje, más que los de piedra, como puede apreciarse en la siguiente fotografía.

Al igual que el castillo de Coca, el de la Mota ha llegado hasta nuestros días gracias a que el valor del ladrillo era muy escaso en la época. Dentro del propio castillo hay una serie de fotografías del mismo a lo largo de 150 años en los que el pobre castillo, en lugar de la hermosa fortaleza que vemos hoy en día, mas bien, da pena. Comenzamos la foto hecha en 1854.

En esta época el castillo está completamente abandonado. Se puede apreciar que los que lo dejaron se aseguraron de eliminar completamente su valor militar. Las torres, los muros y los baluartes están completamente desmochados intencionadamente. En el siguiente grabado, de la misma época se aprecia el estado del baluarte de las puertas y el estado ruinoso del puente levadizo.

En 1904 es declarado de interés nacional y, a tenor de la siguiente foto de 1916, se abordan trabajos de reconstrucción. En este caso, vemos claramente como las almenas de la barbacana exterior es completamente distinta del resto del muro.

Desde el interior, es posible apreciar a simple vista la diferencia entre los muros originales y la reconstrucción de 1916. Se aprecia claramente que se han reconstruido las almenas de la barbacana y la torre del homenaje ya que la legislación en España obliga a que se distinga entre elementos originales y reconstruidos.

Por suerte, los trabajos de reconstrucción siguen hoy en día para poder disfrutar de este castillo.

http://www.calderodemurias.com/2010/08/castillo-de-la-mota-medina-del-campo.html





Castillo de la Mota


País: España
Situación: Medina del Campo ( Medina del Campo, Valladolid, Castilla y León )
Categoría: Castillo, castillo abaluartado, castillo refugio
Código: VA-CAS-004, Última actualización: 2011/07/10

Situación

Este castillo se encuentra asentado en el mismo cerro, o mota, que ocupó la primitiva ciudad de Medina del Campo, en la provincia de Valladolid, a 52 kilómetros de su capital. Situado en las proximidades de la confluencia de los ríos Adajuela y Zapardiel, esta gigantesca fortaleza se eleva majestuosa sobre un montículo en medio de la llanura castellana. Es uno de los castillos más grantes, junto con los de Peñafiel y Gormaz.
Historia

El actual castillo se asienta sobre lienzos de muralla del siglo XII, probablemente de origen árabe, construyéndose en los siglos XIII, XIV y XV, con importantes obras realizadas por Enrique IV y los Reyes Católicos en el siglo XV. El actual castillo fue construido en 1440, según orden del rey Juan II de Castilla, por la familia Fonseca sobre los restos de una fortaleza musulmana. Fue diseñado por Fernando Carreño y Alonso Niño, y construido por dos artistas árabes, Abdala y Alí de Lerma. En época de los Reyes Católicos, fue fortalecido y se convirtió en el mejor castillo europeo en la modalidad de transición.

En el Castillo residió Juana la Loca. Más tarde fue prisión de Estado y encerró importantes personajes de la vida política. Aquí estuvo encerrado César Borgia, intrigante personaje de la vida política del Renacimiento a quien el Gran Capitán hizo prisionero en Nápoles. Encerrado en este castillo, pudo huir gracias a la complicidad con el conde de Benavente. Se refugió en Navarra ya que el rey, Juan de Albrit, era hermano de su esposa.
Descripción

Consta de dos recintos.

El recinto exterior está formado por la barbacana que rodea completamente el castillo, hecha de hormigón y ladrillo, y en un estilo decididamente mudéjar. A él se accede cruzando el foso por un puente levadizo, hoy fijo, defendido por torres cilíndricas. En este recinto se encuentran complicadas galerías subterráneas de tiro, almacenes, mazmorras y pasadizos. Sobre la puerta de entrada se encuentran las armas de los Reyes Católicos.

El recinto interior esta formado por cuatro torres y un patio cuadrado en el que se disponen las distintas dependencias del castillo, bodegas, cuadras, etc.. En este recinto se conserva una estrecha cámara, del siglo XV, cubierta con bóveda policromada de estilo mudéjar, denominada Mirador de la Reina porque era el lugar usado por ella. En su origen, no tenía ventanas al exterior.

La fabulosa torre del homenaje, la más alta de Castilla, fue construida en el siglo XV en época de los Reyes Católicos. Es una gruesa torre de 40 metros de altura construida en ladrillo, que presenta dos garitones y está coronada por un balconcillo con almenas. Posee varios pisos con cámaras abovedadas y se encuentra decorada con ricos artesonados mudéjares.
Materiales

Se conservan primitivos restos de argamasa de cal y cantos rodados que pertenecen a un castillo anterior (siglo XII). Los muros de este castillo son de hormigón de la época y están revestidos de ladrillo rosa y realizados en estilo mudéjar, imperante en aquellos años. Esto le proporciona un aspecto pintoresco y peculiar.
Estado de conservación

Con el paso del tiempo la ruina de la fortaleza se fue precipitando hasta la restauración su restauración acometida por el Estado durante los años 1939 y 1940. Posteriormente fue transferido a la Junta de Castilla y León y actualmente está adscrito a la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León que está recuperando los fosos y el puente levadizo.
Propiedad y uso

Es propiedad de la Junta de Castilla y León y se usa como centro de congresos, cursos, seminarios, etc., así como uso turístico.
Visitas

Se puede visitar el interior. De lunes a sábado en horario de mañana y tarde. Domingos y festivos abierto de 11.00h a 14.00h. Las visitas guiadas se realizan desde el Centro de Recepción de Visitantes (enfrente del castillo), teléfono 983 810 063.Más información en la Oficina de Turismo, Plaza Mayor Hispan. 27, teléfono 983 811 357, o en la Consejería de Educación y Cultura, teléfono 983 800 552.
Protección

Fue declarado Monumento Nacional por Real Orden del 8 de noviembre de 1904.. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Alrededores

Más información sobre el municipio de Castilla y León y sobre la provincia de Valladolid en Monumentalnet (http://www.monumentalnet.org).

http://fotosricardo-h.blogspot.com.es/2010/12/castillo-de-la-mota-medina-del-campo.html

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?p=29809520&langid=5

http://www.castillosnet.org/programs/castillosnet.php?tip=ficcas&dat=valladolid/VA-CAS-004





puntuación final:8,6

martes, 18 de diciembre de 2012

Castillo Matsumoto


DESCRIPCIÓN:
La excelencia del arte hirajiro

Por Marcelo Ferrando Castro, en 29 de octubre de 2008

En esta ocasión y siguiendo con los castillos de Japón, el tercero más importante y que conforma al mismo tiempo el Tesoro Nacional de Japón es el Castillo Matsumoto, ubicado en la ciudad homónima del país del sol naciente. Con este castillo se completan los tres más importantes del mencionado lugar.







Difícil es precisar, al menos para mi, su verdadero año de construcción. Si podemos datarlo a finales de la era Sengoku aproximadamente en el año 1594. En ese entonces debemos datar este hermoso sitio que surgió en sus orígenes como un fuerte conocido entonces como el Castillo Fukashi. Es muy conocido también bajo el nombre de Castillo de los Cuervos, denominación otorgada debido a su color negro principalmente en muros.

Pero además del color que presenta una belleza diferente y peculiar, el castillo en sí es una obra de arte, perteneciendo al estilo llamado arte hirajiro y en cuanto a construcción es uno de los mayores exponentes de éste. Los muros no sólo se caracterizan por su color, sino que su tamaño realmente sorprende en demasía al ser de piedra y alcanzar los 7 metros de altura.

Como muestra de arte también es su simple presencia, con sus tejados muy elegantes y sobre todo la intercalación de líneas blancas y negras de su fachada, que dotan al recinto de una sobriedad simplemente maravillosa y muy pocas veces lograda al emplear estos colores.

Sus seis plantas logran una altura de 30 metros y su ubicación lo hacían en tiempos de guerra una fortaleza casi inexpugnable. Está rodeado de pantanos (además de los muros) por lo que su construcción requirió de mucha destreza para que el mismo no terminase derrumbándose. Para ello fue necesaria la construcción en base a una estructura realmente firme, realizada con maderos afirmados en el suelo.

Con este castillo culminamos con los tres más importantes de todo Japón, siendo éste con el de Kumamoto y el de Himeji los únicos tres que poseen la calidad de Tesoros Nacionales. Sin dudas tres castillos increíbles que no debemos perder de vista si viajamos a la nación nipona en alguna oportunidad.

http://www.viajarsinbrujula.es/el-castillo-matsumoto.html













HISTORIA:
Cuando hablamos de castillos japoneses, lo más probable es que el primero en el que penséis sea el castillo de Himeji, no en vano es el más mostrado en fotografías y películas, pero el segundo probablemente será el castillo de Matsumoto, también llamado castillo del cuervo por el color negro de su torre principal (a pesar de que no es el único que recibe este nombre). Y como no podría ser de otra forma, ha sido calificado como tesoro nacional.

Matsumoto es una ciudad muy tranquila, situada en la zona denominada Alpes Japoneses, pero lamentablemente está bastante lejos de Tokyo (se tarda unas dos horas y media desde Ueno tomando el shinkansen Asama hasta Nagano y un tren Express hasta Matsumoto). La ventaja es que todos los sitios interesantes se encuentran muy próximos unos de otros, y no muy lejos de la estación JR, cosa que permite verla con tranquilidad, e incluso ver un poco de Nagano para aprovechar el viaje.

El castillo de Matsumoto inicialmente se denominaba castillo Fukashi, y fue construido al inicio de la Era Eisho, durante la época de las guerras civiles, cuando Lord Ogasawara de Shinano se trasladó desde Igawa hasta el distrito de Hayashi. En esa época la llanura en que se encuentra el castillo se denominaba Shinano Fuchu. Sus seguidores se protegieron construyendo sus residencias alrededor del castillo Hiyashi, y simultáneamente se construyó el castillo Fukashi frente al castillo Hiyashi para proteger la casa principal. Posteriormente, Shingen Takeda expulsó a Lord Ogasawara para conseguir un puente fuerte para la conquista de Shinano. Finalmente, en el año 10 de la Era Tensho (1582), Sadayoshi Ogasawara recapturó el castillo y le cambió el nombre a Matsumoto.

Cuando Hideyoshi Toyotomi dominó toda la región después de derrotar a Ujinao Hojo en el castillo de Odawara durante el año 18 de la Era Tensho (1590), confió toda la zona de Kanto a Ieyasu Tokugawa, y Hidemasa Odegawara, señor de Matsumoto en esos momentos, siguió a su señor Ieyasu, trasladándose a Shimoosa. Como nuevo señor del castillo se nombró a Kazumasa Ishikawa. Fue entonces cuando Kazumasa y su hijo Yasunaga construyeron los elementos más característicos del castillo y la población de los alrededores.

El castillo está rodeado por un parque que realza aún más la belleza de este monumento, especialmente la torre principal (tenshu), una construcción que aparentemente tiene cinco pisos, pero en realidad tiene seis (una medida defensiva para engañar al enemigo). En realidad, a pesar que buena parte del castillo interior puede verse perfectamente definido por las murallas, el patio interior se ha convertido en un simple parque ya que la mayor parte de las construcciones interiores han desaparecido, al igual que las casas de los seguidores.

Y aún podríamos decir que somos afortunados de poder ver la torre tenshu entera ya que estuvo a punto de ser demolida durante la Era Meiji siguiendo la creencia de que todas las reliquias del pasado debían ser destruidas. Pero gracias a los esfuerzos de Ryozo Ichikawa y otros, la torre fue comprada a pesar de las dificultades. Pero eso no evitó la degradación de la torre hasta que el director de la escuela superior de Matsumoto, Unari Kobayashi, se estableció una organización para preservar el tenshu el año 34 de la Era Meiji (1901). Gracias a esto se pudo iniciar una gran reconstrucción que duró 12 años y que evitó que el tenshu acabara en ruinas, como sucedió con el resto de edificaciones.

La visita, que recorre la torre principal y las dos construcciones menores que tiene adyacentes a ella, permite tener una buena vista de los alrededores, no solo del castillo, sino también de la ciudad, comprobar sus sistemas defensivos (como los altísimos escalones para cansar al enemigo durante el ascenso o el piso secreto que he mencionado anteriormente), o los ejemplos de la armería que pueden verse en el museo de la segunda planta.

Sobre la mejor época del año para visitar Matsumoto, sin duda es en primavera cuando los cerezos están en flor, pero también puede ser interesante ir durante el Festival Tsukimi (si hay luna), del que podéis saber más visitando el blog T de Tokyo.

Y no es necesario que os preocupéis por encontrar el sitio perfecto para hacer fotos de la torre, están perfectamente señalados en todos los planos, e incluso en el propio parque.

Información importante:

Lugar: Matsumoto (Pref.Nagano)
Coste: 600円 (entrada válida para el castillo y el museo de la ciudad).
Cómo llegar: desde la estación JR de Matsumoto puede llegarse a todos los sitios interesantes de la ciudad. Si queréis visitar Matsumoto pero no os encontráis en la zona, puede llegar-se desde Tokyo (vía Nagano) o Nagoya, peor es necesario coger trenes especiales (o shinkansen en el caso de Tokyo) ya que se trata de un viaje de varias horas.

Álbum Flickr: http://www.flickr.com/photos/shordl/sets/72157625936771056/

http://viajesporjapon.wordpress.com/2011/01/30/castillo-de-matsumoto-松本城/







El castillo Matsumoto (松本城 Matsumoto-jō?) es un castillo japonés localizado en la ciudad de Matsumoto, en la prefectura de Nagano. Su construcción data de la era Sengoku, cuando fue construido como un fuerte bajo el nombre de Castillo Fukashi.

En 1872, siguiendo la Restauración Meiji, el castillo fue vendido en una subasta, y corrió el riesgo de ser desmantelado.

El castillo Matsumoto es considerado como Tesoro Nacional de Japón.

También conocido como Castillo de los Cuervos por el color negro de sus muros, es uno de los mayores exponentes del arte hirajiro.

Está situado en la llanura de Matsumoto, tierras pantanosas que obligaron a los constructores a hacer muy sólidas las estructuras, usando para ello largos maderos fijos en el suelo. Fue construido por Toyotomi Hideyoshi entre 1594 y 1597 y su altura alcanza 30 metros, con seis plantas. Está apoyado sobre muros de piedra de 7 metros que, originariamente, tenían un amplio foso bajo ellos. Las dos torres de vigilancia del ala izquierda fueron construidas en 1635, pero todo el conjunto, en general, testimonia el periodo de paz instaurado por el shogunato Tokugawa tras la derrota de los seguidores de Toyotomi en la batalla de Sekigahara y la muerte en el sitio de Osaka de Toyotomi Hideyori en 1615. Es el periodo del paso de los castillos militares a lugares-símbolo y de prestigio. La alternancia de bandas blancas y negras a lo largo de los muros, junto al elegante tejado, dan a toda la estructura una gran armonía. Desde su torre de cinco pisos se disfruta de las vistas que ofrece el fértil valle.

http://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_Matsumoto

http://en.wikipedia.org/wiki/Matsumoto_Castle

http://cronicaslondres.blogspot.com.es/2009/02/cuentan-que-el-26-de-enero-de-1618-uno.html

http://gaijinjapon.blogspot.com.es/2011/08/el-castillo-de-matsumoto.html

http://japan-web-magazine.com/english/nagano/matsumoto-castle/slide/top.html

http://www.jimmyshouse-hakuba.com/info/day-tours/matsumoto-castle/

http://www.flickr.com/photos/9916926@N08/4111297436/in/photostream/






Web recomendada: http://www.city.matsumoto.nagano.jp/
PUNTUACIÓN FINAL:8,3